El avión no tripulado X-47B, completo la fase de aprendizaje sobre despegue y aterrizaje desde un portaaviones.
El aterrizaje en la cubierta de vuelo de un vehículo es una de las tareas más difíciles para un aviador naval – se hace un extensivo entrenamiento. El X-47B aterriza autónomamente sin la mano guía de un piloto experimentado, sino con precisión de navegación GPS, una conexión de red de alta integridad y un avanzado software de control de vuelo para guiarse a través del aire turbulento y el movimiento de la pista.
Este avance en el control de vuelo al que hoy se ha llegado, también será aplicado a aviones tripulados, como ayuda a los pilotos.
Cabe destacar que se trata de un avión sin cola (tailless), lo que hace a su estabilidad dependiente de varios controles mucho más complicados sobre las alas y el motor que un simple timón. Esta configuración tailless tiene ventajas como reducir la fricción con el aire y así el consumo de combustible, y es fundamental para disminuir el perfil frente a radares y vientos laterales.
En los siguientes videos se puede apreciar el magnífico aterrizaje.