“Si renuncias a tu capacidad de percibir, si aceptas el cambio de tu paradigma de lo objetivo hacia lo colectivo y esperas que la humanidad te indique qué pensar, verás que hay otro cambio que también ocurre delante de los ojos al que has renunciado: verás que tus maestros se convierten en los gobernantes de lo colectivo, y si te niegas a obedecerlos, argumentando que ellos no son la totalidad de la humanidad, te responderán: ‘¿Por qué medio sabes que no lo somos? ¿Qué es eso de ser, hermano? ¿De dónde has sacado ese término arcaico?’.
“Si dudas de que ése es su propósito, observa con cuánta pasión los místicos del músculo luchan para que olvides que el concepto de ‘mente’ ha existido. Observa las contorsiones de verborragia indefinida; las palabras con significado ambiguo; los términos que quedan flotando y mediante los cuales intentan evadir el reconocimiento del concepto ‘pensar’. Tu conciencia, te dicen, consiste en ‘reflejos’, ‘reacciones’, ‘experiencias’, ‘estímulos’ y ‘tendencias’; y se niegan a identificar el modo en que ellos han adquirido ese conocimiento, rehúsan identificar el acto que están realizando cuando te lo comunican, o el acto que realizas cuando los escuchas. Las palabras tienen el poder de ‘condicionarte’, dicen, y se niegan a identificar la razón por la cual las palabras tienen el poder de alterar tú… nada. Un estudiante que lee un libro lo entiende por el proceso de… nada. Un científico que trabaja sobre un invento esta comprometido en la actividad de… nada. Un psicólogo que ayuda a un neurótico a resolver un problema y a desenmarañar un conflicto, lo hace por medio de… nada. Un industrial… es nada, no existe tal persona. Una fábrica es un ‘recurso natural’, como un árbol, una piedra o un lodazal.
“El problema de la producción, te dicen, ha sido resuelto y no merece estudio ni preocupación; el único problema que queda para que resuelvan tus ‘reflejos’ es el de la distribución. ¿Quién resolvió el problema de la producción? La humanidad, responden. ¿Cuál fue la solución? Los bienes están aquí. ¿Cómo llegaron hasta aquí? De alguna manera. ¿Qué lo causó? Nada tiene causas.
“Ellos proclaman que cada ser nace con el derecho a existir sin trabajar y, sin que importen las leyes de la realidad que indican lo contrario, tiene derecho a recibir su ‘sustento mínimo’ -su comida, su vestimenta, su techo- sin ningún esfuerzo de su parte, como su derecho de nacimiento. ¿Recibirlo de quién? No hay respuesta. Todo hombre, anuncian, es dueño de una misma porción de los beneficios tecnológicos creados en el mundo. ¿Creados por quién? No hay respuesta. Frenéticos cobardes que se postulan como defensores de los industriales, definen ahora el propósito de la economía como ‘un ajuste entre los deseos ilimitados de la gente y la limitada provisión de productos’. ¿Provistos por quién? No hay respuesta. Rufianes intelectuales que se presentan como profesores, desprecian a los pensadores del pasado, declarando que sus teorías sociales estaban basadas en la suposición poco práctica de que el hombre es un ser racional, pero como los hombres no son racionales, declaran, debería establecerse un sistema que hiciera posible existir siendo irracional, o sea: desafiando a la realidad. ¿Quién lo hará posible? No hay respuesta. Cualquier mediocridad extraviada acapara los titulares de los periódicos con planes para controlar la producción de la humanidad, y sin que importe quién está de acuerdo o en desacuerdo con sus estadísticas, nadie cuestiona su derecho a imponer sus planes por medio de un arma. ¿Imponer a quién? No hay respuesta.
“Mujeres con ingresos sin causa revolotean en viajes alrededor del mundo y regresan con el mensaje de que los pueblos atrasados de la Tierra demandan un mayor nivel de vida. ¿Lo demandan a quién? No hay respuesta.
Fragmento del libro La Rebelión de Atlas de Ayn Rand .